Los camiones de ocasión ante la escasez de productos
La falta de componentes a causa de la escasez de materiales es un hecho que ya nos está empezando a afectar en el día a día. Al principio, con la pandemia, el aislamiento de China y el parón productivo de las industrias de los mercados en desarrollo, ya vimos como algunos productos empezaban a dar señales de riesgo de rotura de stock. Los precios no se vieron tan afectados como ahora, porque la demanda no estaba normalizada y sobre todo, porque todavía teníamos disponibilidad en el almacén.
Con el tiempo y la recuperación paulatina de la normalidad, el sector productivo ha ido aumentando su ritmo productivo, sin alcanzar aún los niveles anteriores a la pandemia. Algo lógico si tenemos en cuenta que todo se paró de golpe, y ahora, para reiniciar el proceso, no es tan sencillo como apretar el botón de «reset”.
A estas circunstancias hay que añadirle el problema evidente de la gestión de recursos. Donde más allá del cambio climático, hay un problema real derivado de las reservas actuales y la disponibilidad en los yacimientos. Algo que afecta no solo a la propia escasez de componentes, sino también al coste de producir los pocos que tenemos en la actualidad.
La crisis del camión
Muchas industrias se han visto afectadas por esta situación, pero pocas han tenido un impacto tan fuerte como el de la automoción. Un sector que no solo mueve mucho empleo, también es crucial para el desarrollo de la sociedad y del comercio, en servicios como el transporte o la propia movilidad. Fábricas enteras han visto ralentizada o paralizada su producción de vehículos motivada por la dificultad de abastecimiento de componentes y el encarecimiento de los mismos, así como del sistema energético, otro factor a considerar, que agrava aún más este problema.
Especialmente preocupante es el tema de los chips, uno de los componentes habituales más afectados por la escasez, muchos piensan que los chips son cosa de la informática y las nuevas tecnologías, pero pocos imaginan la cantidad de componentes de este tipo que podemos encontrar en un camión. Con el desarrollo de los vehículos, para aumentar la calidad y seguridad de los mismos, se ha vuelto fundamental su uso, y ya son parte fundamental del funcionamiento normal.
Esta nueva escasez está obligando a algunos a tener que esperar hasta un año para poder comprar su vehículo. Una situación insostenible para muchos que hace inviable el trabajo de muchos profesionales y empresas que dependen directamente del camión. Algo que podemos entender viendo el crecimiento en las ventas que ha experimentado esta categoría en los últimos años, con un crecimiento del 45% respecto al año anterior. Lo que ha disparado las opciones de la venta del camión de ocasión.
¿Comprar camión usado la solución?
A la espera de que las circunstancias mejoren, el mercado de camiones de segunda mano se ha convertido en la única solución viable. Puede no parecer una solución definitiva, incluso puede verse afectada también por la subida de precios, pero es una gran solución y, si sabemos buscar, no solo podemos encontrar grandes ofertas, también podremos esquivar el problema de escasez con las mismas garantías que las de un vehículo nuevo.
En resumen, en un mundo tan global, conectado en todos los mercados, la disponibilidad es la clave del éxito. No estar disponible supone perder un cliente o una oportunidad de negocio, y mientras unos buscan excusas para justificar la inacción, otros buscan alternativas como los camiones de ocasión de Trucksur, donde no solo podemos ahorrar dinero, también podremos llegar a la solución de forma inmediata.