Reducción de la Tasa de Alcohol para Conductores Profesionales
El Congreso de los Diputados ha aprobado la reducción de la tasa de alcohol permitida al volante para todos los conductores, pasando de 0,5 g/l a 0,2 g/l en sangre y de 0,25 mg/l a 0,1 mg/l en aire espirado. La medida, que aún debe implementarse oficialmente, busca alinearse con el estándar europeo de seguridad vial y da respuesta a la alarmante tasa de accidentes mortales relacionados con el consumo de alcohol y drogas.
Esta nueva normativa no solo afecta a los conductores en general, sino que también impone un desafío importante para los conductores profesionales de camiones y otros vehículos pesados, quienes deberán cumplir con exigencias aún más estrictas.
Siniestralidad mortal por alcoholemia
El alcohol es uno de los principales factores en los accidentes de tráfico en España, ocupando el segundo lugar en cuanto a causas de siniestralidad mortal. De hecho en 2023, el 29% de los accidentes mortales en carretera estuvieron asociados al consumo de alcohol, una cifra que ha crecido desde 2020, cuando representaban el 27%. Además, existen estudios que ponen en evidencia que incluso pequeñas cantidades de alcohol afectan la capacidad de reacción y la toma de decisiones. Esta reducción a 0,2 g/l pretende disminuir aún más estos porcentajes, especialmente en el caso de los conductores profesionales, cuyo rol exige máxima atención y responsabilidad en carretera.
España frente a otros países de Europa
Con esta medida, España se suma a países como Suecia y Noruega, donde ya cuentan con límites de alcohol similares y se aleja de países como Francia o Italia, que mantienen el límite de 0,5 g/l. La Unión Europea tiene una media de siniestralidad de 47 fallecidos por millón de habitantes; sin embargo, España ha logrado reducir esta cifra a 36 fallecidos por millón, una mejora significativa en la seguridad vial.
El Gobierno español aspira a posicionarse entre los países líderes en bajas tasas de siniestralidad, como Dinamarca y Alemania, donde la seguridad en carretera es una prioridad.
Desafío para los conductores profesionales
La implementación de esta medida plantea un desafío adicional para los conductores profesionales de camiones, quienes ya enfrentan restricciones más estrictas, con una tasa de alcohol actual de 0,3 g/l en sangre y 0,15 mg/l en aire espirado. Este nuevo límite, implica va a implicar una «tolerancia cero para los conductores profesionales» , exigiendo mayor responsabilidad y autocontrol al volante.
Con esta nueva tasa, basta una cerveza o una copa de vino para superar el límite permitido, lo que exige una mayor responsabilidad y autocontrol por parte de los profesionales. Para los transportistas y empresas que trabajan con camiones de ocasión y nuevos, es fundamental estar al tanto de estos cambios normativos para garantizar la seguridad y cumplimiento en sus operaciones diarias.
Multas y sanciones
Las sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol varían según los niveles detectados. En el caso de los conductores profesionales, si se detecta una tasa entre 0,15 y 0,30 mg/l en aire espirado (0,3 y 0,6 g/l en sangre), la multa es de 500 € y conlleva la retirada de 4 puntos del carné de conducir.
Si el nivel de alcoholemia supera estos límites, las sanciones ascienden a 1.000 € y 6 puntos del carné. En situaciones graves, como reincidencia o niveles superiores a 1,2 g/l en sangre, se aplican penas de cárcel de hasta 6 meses y la retirada del permiso de conducir por hasta 4 años. Estas sanciones buscan promover la cultura de cero tolerancia entre los conductores profesionales y reducir los riesgos en carretera.
Opiniones del sector
La medida ha recibido un respaldo sólido por parte de las asociaciones del sector transporte. Existe algunas opiniones divididas sobre la reducción de la tasa de alcoholemia a 0,2 g/l. Ya que si bien reconocen la importancia de reducir accidentes y proteger la vida en la carretera, hay quienes consideran que esta medida es especialmente restrictiva para el sector pudiendo poner el foco sobre los conductores profesionales en la siniestralidad y de la falta de seguridad producida por el abuso de alcohol entre los conductores, cuando la realidad muestra que de los 145 fallecidos en 2023 en accidentes de tráfico, solo 75 fueron conductores profesionales.