Impacto del comercio electrónico en el transporte: última milla, entregas rápidas y carga fraccionada
El crecimiento del comercio electrónico ha transformado profundamente el sector del transporte y la logística. En pocos años, el consumo digital ha pasado de ser una tendencia a convertirse en el eje central de muchas estrategias empresariales. Esta expansión masiva ha impulsado nuevas exigencias en la cadena logística, especialmente en áreas como la última milla, las entregas rápidas y la gestión de carga fraccionada. En este contexto, la optimización de la flota se ha vuelto imprescindible, y alternativas como los camiones de ocasión están adquiriendo un papel destacado por su equilibrio entre coste y eficiencia.

La evolución del e-commerce no solo afecta al volumen de envíos, sino también a la estructura operativa de las empresas de transporte. Los consumidores demandan entregas cada vez más rápidas, flexibles y sostenibles, y las compañías deben adaptar sus procesos para ser competitivas. Esto incluye reorganizar rutas, digitalizar operaciones y reconfigurar la flota para ser más versátil y rentable.
1. La última milla: el gran desafío logístico
La última milla es uno de los eslabones más complejos y costosos de la cadena de distribución. Se estima que esta fase puede representar hasta el 40 % del coste logístico total, debido a factores como:
- alta densidad de entregas,
- presencia de zonas de bajas emisiones,
- congestión urbana,
- variabilidad de horarios y destinos.
Además, la necesidad de realizar entregas personalizadas —como franjas horarias específicas o servicios de entrega en el mismo día— obliga a las empresas a ser más ágiles y precisas. Aquí, contar con vehículos flexibles, eficientes y adaptados a la circulación urbana se vuelve imprescindible. Para muchas empresas, complementar su flota con camiones de ocasión adaptados a las restricciones de la ciudad es una forma eficaz de ampliar capacidad sin elevar la inversión inicial.
2. Entregas rápidas: la nueva normalidad del e-commerce
El impulso del comercio electrónico ha elevado enormemente las expectativas de los consumidores. La entrega en 24 horas —e incluso en el mismo día— ya no es un valor añadido, sino un estándar. Para responder a esta demanda, las empresas están adoptando:
- sistemas de planificación predictiva,
- centros de distribución urbanos,
- algoritmos de optimización de rutas,
- herramientas de seguimiento en tiempo real.
Esta necesidad de rapidez exige una flota robusta, bien mantenida y disponible casi de manera permanente. Para muchas compañías, cubrir picos de demanda o reforzar rutas específicas mediante camiones de ocasión en buen estado permite mantener los niveles de servicio sin comprometer la rentabilidad de la operación.
3. La carga fraccionada: adaptarse a envíos más pequeños y frecuentes
Otro fenómeno derivado del comercio electrónico es la fragmentación de la carga. Frente a los envíos voluminosos tradicionales, hoy predominan los paquetes pequeños, enviados con alta frecuencia. Esto genera:
- mayor rotación de inventario,
- rutas más complejas,
- más paradas por trayecto,
- necesidad de una gestión precisa de micro-distribución.
La carga fraccionada obliga a las empresas a disponer de vehículos versátiles, capaces de adaptarse a múltiples destinos y operaciones de bajo volumen pero alta frecuencia. La elección de vehículos adecuados —tanto ligeros como pesados— se convierte en un factor clave. Una flota mixta, que combine unidades nuevas con camiones de ocasión bien seleccionados, puede ofrecer una gran capacidad de adaptación ante un mercado fluctuante.
4. Digitalización y tecnología: aliadas imprescindibles
Hoy en día, ninguna operación logística puede ser competitiva sin el apoyo de herramientas tecnológicas. El comercio electrónico exige precisión y rapidez, y esto solo es posible mediante soluciones avanzadas como:
- sistemas de gestión de flotas (FMS),
- inteligencia artificial para planificación,
- dispositivos IoT para control de carga,
- plataformas de trazabilidad en tiempo real,
- software de optimización de rutas adaptado al tráfico y restricciones ambientales.
La integración tecnológica permite reducir tiempos, minimizar kilómetros recorridos, mejorar la experiencia del cliente y reducir la huella de carbono. Además, dota a las empresas de una capacidad de análisis fundamental para decidir qué parte de la flota necesita renovarse, y cuándo puede ser más rentable incorporar camiones de ocasión para equilibrar costes y operatividad.
5. Sostenibilidad: una exigencia creciente
El comercio electrónico no solo ha incrementado los volúmenes de transporte, sino también la presión ambiental. Las Zonas de Bajas Emisiones, las normativas europeas y la sensibilización ciudadana obligan a las empresas a reducir su impacto. Estrategias clave incluyen:
- vehículos más eficientes,
- consolidación inteligente de cargas,
- electrificación parcial de la flota,
- optimización de rutas para reducir kilómetros en vacío.
Una transición sostenible no tiene por qué implicar siempre la compra de vehículos nuevos. La incorporación de unidades Euro VI procedentes del mercado de ocasión puede ser una alternativa estratégica para avanzar hacia una logística más responsable sin elevar los costes a corto plazo.
El comercio electrónico ha redefinido el transporte y la logística, especialmente en ámbitos clave como la última milla, las entregas rápidas y la carga fraccionada. Las empresas deben adaptarse con flexibilidad, adoptando tecnologías avanzadas, reorganizando sus flotas y optimizando procesos para mantener la competitividad. En este escenario, la combinación de innovación, eficiencia y soluciones de adquisición flexibles —incluidos los camiones de ocasión— permite afrontar los retos actuales con una estrategia sostenible, ágil y rentable.